La Creación del instante. (Memorias) – DIEZ

LA CREACIÓN DEL INSTANTE
(MEMORIAS)

DIEZ

Cansarme de estar quieto y descansar corriendo.

Entrevistar con tesón y picardía a uno mismo para saber quien soy y hacia dónde quiero ir yendo.

Manifestando la variedad y nimiedad de un enjambre de mosquitos arremolinados al trasluz del sol que atardece.

Arizónicas verdes y esplendorosas por fuera, pero resecas y cadavéricas por dentro ante la falta de luz vivificante.

Se encontró con un tigre salvaje domado por la suavidad del jazmín amanecido.

El odio de la injusticia  se instala siempre, como fuerza agresiva y exclusiva, en los entresijos de la mente, llenándola toda entera, dejándola inactiva, y condenándola a estar llena de vacío.

Servir mejor a los demás concentrándonos en lo nuestro que siempre es un mundo sorprendente e inabarcable entrelazado con todo lo demás y con todos los demás.

Oír tu voz femenina y maternal aunque me encuentre a mil kilómetros de distancia, y escucharla algunas veces más que si  me encuentro abrazándote en la noche.

Sólo se vive una vez y hay que llenarla hasta desbordarse.

Dolor de pensarse. Dolor que acaba rompiendo en alegría.