No creas con soberbia sospechada que sólo a ti te ocurre ser el centro señorial de esa interdependencia majestuosa. También le ocurre a éste o aquel otro, y en Europa o en Asia, en Oceanía, África o en tierras americanas; y tanto hoy, como ayer en el Imperio Romano, en la Grecia de Aristóteles o Parménides o en el Egipto de los faraones y de las pirámides apocalípticas.

Es una simplificación decir que sólo se realiza una acción en cada instante. La realidad es mucho más compleja, completa y armónica. A la vez -inmersos en la dinámica del tiempo- realizamos multitud de acciones:  con los dedos, la boca, las manos, los pies, el pensamiento, el gesto, la mirada,… etc. Cada postura nuestra sugiere un algo a cada quien que nos contempla y a cada uno de los que -conociéndonos- no nos ve sino que nos imagina y piensa, o no, en nosotros. La ropa que nos viste, su color, su talle y su textura sugiere sin querer mundos distintos en este o aquél que nos observa con más o menos fijación. En cada instante, creyendo realizar una única acción, nuestro cuerpo y toda nuestra persona destella, sin querer y sin saber, un sin fin de visiones circunstanciales que son germen de otro sin fin de acciones en nosotros y en los demás.

Oikos‑nomos, economía doméstica, orden en la casa. Allí no hace falta dinero, allí el trabajo es el orden, el orden no dogmático para hacer posible la vida sana. Los padres y madres de familia traen al hogar bienes materiales, pero el trabajo doméstico consiste en ordenarlos todos, poner cada cosa, que nos despierta tantas veces, en su sitio teniendo un sitio para cada una de esas cosas; calculando un tiempo para cada cosa y haciendo cada cosa a su tiempo, aunque cueste. Cada hogar es todo un mundo a organizar con la flexibilidad del cariño entre los cónyuges y de los padres a los hijos, y de los hijos a los padres. Esa es la gran tarea de paz. La empresa es una anécdota de la familia; ésta es la importante luchando para no aplatanarse y sin ser un cazador furtivo de bienes. En la familia es más patente que el trabajo conduce a la vida, a una cada vez mejor vida. Trabajo en sentido genérico, no sólo material, también intelectual y espiritual: trabajo de limpiar, de arreglar, de insinuar al hijo para que él descubra la solución al problema, de guiñar el ojo para animar e indicar que, en tal o cual pillería de amor, somos cómplices. Trabajo de hablar cambiando el hilo de la conversación, o trabajo de escuchar reconociendo la sabiduría del otro. Trabajo de protocolo familiar, trabajo del descanso y del sueño, del deporte y del baile, del mirar y del callar.

Feliz Navidad a toda la Familia Mundial

El ángel del Señor anunció a María. El ángel del Señor anunció en sueños a José. El Ángel del Señor en aquella noche de invierno en plenitud de luz anunció a los pastores aquella divina Buena Nueva. Y el cielo se abre para que miríadas de ángeles a coro glorifiquen en una sinfonía magistral a… Seguir leyendo Feliz Navidad a toda la Familia Mundial